Realizábamos compras con mi amada esposa.
Después de comprar artículos de perfumería pagarlos y retirarlos del empaque, ella ve en el mostrador un producto y me dice:
– Mira llevemos a tu mama esto, están baratos y son de los que usa – posando con los productos cerca de su rostro con una gran sonrisa.
Mi programación dice: seleccionar, pedir, pagar, retirar e irse ¿para que repetir el proceso? así que sin más, aunque insistió me negué y nos fuimos. Llegando a casa llamo a mi madre para saber de ella y después del protocolo me dice: – ¿me traes de bla bla… son así: bla bla? (lo mismo que sugirió mi esposa)
Mientras hacia el pedido mi madre, apareció un tic en mi ojo, alce el brazo dramáticamente cerrando el puño y exclame un gran AAAgghh!!! de odio a la confabulación y conexión femenina de conspiración intrínseca hacia lo sencillo de los hombres… – ¡¡Que me parta un rayo tres veces!! – dije internamente destruyendo 3 planetas con todos sus habitantes en mi universo mental.
Fin; Colgué, mire a mi esposa y la ame.